¿Alguna vez te has preguntado de dónde provienen los adorables y deliciosos cupcakes? Acompáñanos en un viaje a través del tiempo para descubrir su origen en compañía de Dulcita.
¿Sabías que el término cupcake apareció por primera vez en un libro de cocina estadounidense en 1796, específicamente en American Cookery de Amelia Simmons? ¡Así es! Pues la receta era descrita como «un pastel para hornearse en tazas pequeñas». Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX que el cupcake realmente comenzó a tomar la forma que hoy conocemos.
Lo cierto es que antes de la invención de los moldes para muffins, los pasteles individuales se horneaban en tazas de cerámica, lo que dio origen al nombre «cupcake» o «cake in a cup» (pastel en una taza). Este método no solo era práctico, sino que también permitía hornear los pasteles de manera más rápida que en moldes más grandes.
¡Pero allí no acaba la historia! Otra teoría sobre el nombre «cupcake» está relacionada con la forma en que se medían los ingredientes. En lugar de pesar los ingredientes, como se hacía tradicionalmente, los reposteros comenzaron a medirlos usando tazas, lo que simplificaba mucho el proceso. Por ejemplo, una receta clásica de cupcake podría haber requerido «una taza de mantequilla, dos tazas de azúcar, tres tazas de harina», etc.
Este método revolucionó la repostería doméstica en Estados Unidos, ya que hizo que las recetas fueran más accesibles para el público en general, facilitando la preparación de postres en casa.
Durante el siglo XX, los cupcakes se convirtieron en una opción popular para fiestas infantiles, debido a su tamaño perfecto y la facilidad con la que podían ser decorados individualmente. Sin embargo, fue en la década de 2000 cuando los cupcakes realmente alcanzaron un estatus icónico.
Hoy en día, los cupcakes han evolucionado más allá de las recetas tradicionales. Desde sabores innovadores como bacon con maple, hasta decoraciones artísticas que rivalizan con las de las tartas de bodas, los cupcakes se han convertido en un lienzo para la creatividad en la repostería.
Ya sea que lo prefieras clásico, con un simple glaseado de vainilla, o innovador, con sabores inesperados, el cupcake sigue siendo un testimonio de la evolución y la creatividad en la repostería. La próxima vez que disfrutes de uno, recuerda que estás mordiendo un pedacito de historia.
Si con esta curiosa historia se te ha antojado uno, ¿qué esperas para probar uno de los mejores cupcakes que existen? ¡Encuéntralo en DULCITA y deleita tu paladar de la mejor manera posible! Te estamos esperando.
